Una vez tengas la peana formada a tu gusto, llega el momento de pintarlo. En este ejemplo, se usa una técnica muy básica, pero que es una de las más efectivas a la hora de pintar suelos y piedras para peanas. Consiste en lo iguiente.
Primero de todo hay que darle una pintura de imprimación. A continuación se pinta una capa base. Luego para dar las sombras se puede usar una pintura diluida, para que se concentre entre las crietas y formas. Y por último usando la técinica del picel seco, se puede dar un color más vivo para las luces y resaltar los dibujos del terreno. No especifico los colores ya que no es lo más importante. Al ser suelo rúnico se puede jugar con diferentes tonalidades de color, como puede ser morados, rojos, verdes. En este caso yo me decanté por el azul, pero aconsejo probar diferentes formas para dar con el resultado que más os guste.